domingo, 24 de mayo de 2015

El zorro (Vulpes vulpes) en el Oeste de Salamanca. Artículo de fauna publicado en OSNATUR Nº 4


Descripción.

El zorro es un carnívoro perteneciente a la familia Canidae. Es el mamífero carnívoro más abundante del planeta y se encuentra distribuido por todo el hemisferio norte.

Existen numerosas razas y subespecies locales. Varía frecuentemente la coloración del pelaje. En España posee matices grises, ocres, rojizos, un tono negro más o menos intenso o incluso blanquecino (albino) en contadas ocasiones.

El zorro alcanza hasta unos 90 cm. de longitud, destacando en su figura la cola de unos 30-50 centímetros de larga. La cabeza la tiene ancha, el hocico puntiagudo y las orejas son grandes y puntiagudas.

El peso de los machos se sitúa entre 5 y 7 kg. y de las hembras entre 4,5 y 6,5 kg.
Zorro (Vulpes vulpes), observándonos.

Hábitat y distribución

Su hábitat son principalmente las zonas boscosas, aunque también abunda en regiones abiertas e, incluso, en las proximidades de asentamientos humanos, parques y basureros a los que puede acudir de forma frecuente para alimentarse.

Está presente en toda la superficie de la Península Ibérica, pero no aparece en las Islas Baleares y Canarias.
Frecuente en áreas de Rebollar.

Alimentación

Tiene una gran capacidad para incluir cualquier tipo de alimento en su dieta, esto hace que sea capaz de adaptarse a la gran diversidad de hábitats anteriormente comentada.

En su dieta son importantes las variaciones estacionales. Por ejemplo, durante la época de mixomatosis el zorro se alimenta en gran parte de conejos, y en verano-otoño suele consumir una gran cantidad de frutos, moras, uvas, melones, sandías, etc.. En resumen, el zorro es omnívoro; se alimenta de insectos, huevos de ave, pollos, crías de diversos mamíferos, liebres, desechos de origen humano, etc. Aunque se puede decir que en poblaciones naturales sobre todo se alimenta de ratones y otros  micromamíferos, bayas y frutos.

En sus expediciones nocturnas cazan pequeños roedores, pájaros e invertebrados de gran tamaño, sin despreciar los conejos, los cervatillos o los animales domésticos. Cuando consiguen una presa grande, la llevan hasta la madriguera para disponer de una reserva.

Celo, gestación y cría.

A partir de la época de celo vive en pareja (invierno). En época de cría el macho permanece junto a la hembra (primavera), llevando alimentos para los cachorros.

El apareamiento tiene lugar en enero y febrero y las crías nacen hacia abril o mayo. Los zorrillos se crían primero en la madriguera subterránea, en un blando nido bien guarnecido que comunica con el exterior por varios pasajes. Estas madrigueras se agrandan y perfeccionan constantemente, y el zorro las utiliza durante años. Los zorros pasan generalmente toda su vida en el mismo territorio, y no son amigos de las incursiones lejanas.

La gestación dura de 52 a 53 días, hasta marzo o abril, momento en que la hembra da a luz en el interior de una madriguera a una camada que habitualmente es de 4 a 6 cachorros. Los zorreznos nacen completamente cubiertos de borra, no abren los ojos hasta los 8-14 días, y a las 4 ó 5 semanas salen del cubil. Con 8 semanas ya pesan más de un kilo y presentan un pálido color crema. El destete tiene lugar hacia la novena semana. A las 7 ó 10 semanas abandonan por completo la madriguera. Alcanzan la madurez sexual a los 9 ó 10 meses, pudiendo reproducirse en la temporada de cría siguiente a su nacimiento.

El cuidado de los cachorros corre a cargo principalmente de la madre, aunque ocasionalmente el macho u otra hembra pueden intervenir en sus cuidados.

La dispersión de los jóvenes zorros tiene lugar a finales de verano o principios de otoño. Los machos se dispersan en todos los casos, mientras que las hembras en ocasiones se quedan en el territorio donde nacieron.
Zorro (Vulpes vulpes), relamiéndose tras capturar un roedor. 

Caza sobre todo por la noche. Durante el día permanece oculto entre los matorrales o en sus madrigueras, excavadas en parajes secos y escondidos, a menudo entre las rocas, los barrancos herbosos y las espesuras.

Otros datos de interés.

Acostumbra a escarbar las madrigueras de sus posibles presas.
Como enemigos naturales posee al águila real, el lobo y el lince; de hecho se ha constatado que donde hay linces es muy baja la población de zorros.
Cuando advierte peligro se suele tirar al suelo, con el fin de pasar desapercibido y gracias a su pelaje en muchas ocasiones lo consigue.
Situación en el oeste de la provincia.

El zorro se extiende por toda la provincia salmantina, tanto en la zona de sierras del sur como hacia el norte en la zona de arribes. Además es fácil de observar al amanecer o atardecer en las dehesas y encinares de la provincia, al igual que incluso en las cercanías de Ciudad Rodrigo, como puede ser Ivanrey o las márgenes del río Águeda.

Por Miguel A. Bernal.



martes, 19 de mayo de 2015

El lobo ibérico (Canis lupus signatus), en el Oeste de Salamanca.

Despúes de saber que un macho de lobo adulto, ha sido abatido en nuestra zona de trabajo, difusión y “campeo” que además desde la Asociación conocemos bastante bien, nos apetecía dejaros este artículo, el cual salió publicado en la Revista OSNATUR Nº 5.

Desde la Junta han dado los datos, el ejemplar, un macho adulto, ha sido abatido por miembros de la patrulla del lobo, debido a varios ataques que habían tenido lugar en la zona y a las presiones por parte de agrupaciones como ASAJA que ya han comentado en numerosas ocasiones su total oposición a la existencia del Lobo Ibérico campando a sus anchas por el Oeste Ibérico.

Actualmente en Salamanca se tiene constancia de unas 5 o 6 manadas.
Ilustración de Lobo ibérico, por Victoria Romo.

Historia

El lobo ibérico (Canis lupus signatus) es una de las 32 subespecies de Canis lupus que existen en el mundo. Su distribución por toda la Península Ibérica fue reducida desde principios del siglo XIX debido a la persecución y caza indiscriminada, como consecuencia de la ley aprobada por el Príncipe de Asturias en la que se permitía la caza entre marzo y diciembre de 1816, recompensando con 160 reales a quien matara a un lobo adulto y 32 reales por un cachorro. Esta política continuó con la “Ley de alimañas” de 1953, que trataba al lobo como una plaga considerándolo dañino. Fue en 1966 cuando el Estado Español se planteó la necesidad de conservar determinadas comarcas caracterizadas por poseer valores agrestes y cinegéticos sobresalientes, creándose la Ley 37/1966 por la que se establecían 23 Reservas Nacionales de Caza (1). Esta ley nacía con una filosofía conservacionista, supeditando la caza a la conservación. Pero fue a principios de los setenta cuando el trato hacia el lobo cambió, con la Ley 2/1973, que constituía 13 nuevas Reservas Nacionales de Caza entre las que se incluía la “Sierra de la Culebra”, donde se convertía en el taxón más valioso de la Reserva.

Conservación al sur del Duero

Quizá la legislación más conocida sobre la conservación del lobo sea la Directiva 92/43/CEE o Directiva de Hábitats, que considera al lobo una especie a proteger al sur del Duero, debido a las pocas poblaciones presentes en dicho territorio como consecuencia de la caza, la presión ambiental por destrucción de su hábitat, fragmentación de su territorio y falta de recursos naturales.

Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León

El “Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León” contempla la realización de censos regionales del lobo cada diez años (el último se realizó entre 2012 y 2013), con el fin de determinar el estado y evolución de las poblaciones de lobos en la región y sus problemas de conservación y gestión.

Sus objetivos son: determinar la distribución de la población reproductora, conocer la localización de las manadas, deducir la evolución de la población entre el último estudio y el actual y estimar el tamaño aproximado de la población.

Recogida de datos

Previamente a la realización del estudio, se recogen los datos obtenidos por agentes forestales, celadores de caza y presidentes de cotos de caza menor y mayor de cada provincia. En estos datos se informa sobre la presencia a través de avistamientos y foto-trampeo, reproducción, mortalidad de lobos, daños al ganado, presencia y daños de perros y sobre otros problemas de conservación y gestión. A éstos datos se les añaden los obtenidos por el trabajo de campo, en el que se incluyen: entrevistas personales a pastores y habitantes locales; itinerarios de muestreo, a pie y en coche, para localizar indicios de lobos; y esperas y sesiones de aullidos simulados para detectar camadas.

La presencia de lobo se confirma al encontrarse por lo menos un indicio (excremento, rascadura, etc.) en las cuadrículas UTM 10 x 10 km a lo largo de la región (2).

A diferencia de otros censos, la Junta señala que en este último se estudiaron todas las cuadrículas, tuvieran o no indicios de lobo, al contrario que en otras ocasiones, en las que sólo se confirmaba en aquellas que tenían presencia previa. Cada itinerario se ha rastreado dos veces durante la estación reproductora, dejando transcurrir un lapso de, al menos, un mes entre el primer y segundo rastreo. En los lugares donde se detectan acumulaciones de indicios, se realizan esperas o sesiones de aullidos simulados, con el objetivo de ver a los cachorros u oírlos aullar.
Huella de lobo ibérico en Villar de la Yegua observada por miembros de AOSNAT.


El censo contabiliza un total de 179 manadas (20% más con respecto al censo de 2001), 152 corresponden al norte del río Duero y 27 al sur del Duero.

Se ha confirmado la reproducción en el 73% de las manadas determinadas. Se calcula que durante la época estival, hay 1.600 lobos en Castilla y León (4). Se ha estimado un aumento del 26% en el área de distribución al sur del Duero, datos que indican que esta especie está en disposición para avanzar hacia el sur en su área de distribución.

Alimentación

La dieta del lobo se encuentra fuertemente condicionada por el alimento disponible en el área que habita y es tan variada que comprende: carroña, ungulados forestales (ciervos y corzos) y el ganado doméstico. Además, pueden acudir a los vertederos donde aparte de buscar entre la basura, pueden capturar zorros y perros. Otros animales que forman parte de su alimentación son: jabalíes, rebecos, pequeños y medianos carnívoros (ginetas, gatos, comadrejas…) e, incluso, materia de origen vegetal como arándanos, fresas, madroños, bellotas, moras…

La depredación sobre el ganado doméstico, causa de gran controversia a cerca de la conservación del lobo, y varía en función de los recursos alimentarios. Las bajas incidencias se dan en zonas de baja densidad humana, donde existen buenas poblaciones de ungulados salvajes, así como la existencia de muladares donde pueda alimentarse de carroña.

Técnicas de caza

El lobo es un carnívoro social, y utiliza técnicas cooperativas de caza que le permiten acceder a presas de gran tamaño, imposibles de obtener en solitario. Requieren una cohesión y comunicación muy alta dentro de la manada, favorecidas por le estricta jerarquía existente dentro del grupo.

Presentan diversas tácticas, la más utilizada es la persecución a grupos de ungulados con el fin de aislar y abatir a algún ejemplar joven, viejo o enfermo. El animal elegido será acorralado y asediado por toda la manada. El macho dominante ataca de frente, mientras que el resto lo hace por los laterales, buscando infringir heridas en el vientre que debiliten al animal y aceleren el proceso. Una vez agotada a la presa, su vida acabará con un mordisco en el cuello (3).

En otras ocasiones  tratan de esperar a grupos de ungulados en zonas donde el terreno forme un cuello de botella, para poder acorralarlos, o dirigirlos hacia esa orografía.

Conservación del lobo

La conservación del lobo es un campo en el que se mezclan un sinfín de factores sociales, económicos, ecológicos y emocionales. La recolonización de áreas ganaderas ocasiona conflictos, lo que se traduce en que su conservación no es salvar a la especie, si no tratar de gestionarla de manera adecuada.

En 1995 Fuller describió la “capacidad cultural de carga del hábitat” como el número de lobos que la sociedad estaría dispuesta a tolerar en un momento y lugar determinados.

Mientras que las indemnizaciones por daños al ganado y las acciones de sensibilización aumentan la capacidad de carga cultural del hábitat, las noticias sensacionalistas, el papel de los sectores anticonservación y los grupos radicales ultraconservacionistas, dificultan la aceptación del lobo en la sociedad con sus exageradas visiones y, por tanto, disminuyen la capacidad de carga cultural agravando el conflicto.
“existen dos lobos, uno fantástico y otro real. El primero es la suma de una infinidad de historias, leyendas, cuentos, tradiciones, proyecciones de la fantasía (…) El segundo es Canis lupus signatus, 1758, un animal de carne y hueso (…) que constituye el objeto de estudio de la biología.” (Luigi Boitani, Dalla parte del lupo, 1986).

Bibliografía
(1) Vicente, J.L, Rodríguez, M., y Palacios, J. Gestión del lobo ibérico en la reserva regional de caza “Sierra de la Culebra” (Zamora), 2000, Galemys,  12: 181-199.
(2) Blanco, J.C y Cortés, Y. El lobo en Castilla y León, 1997, Revista Biológica , 10.
(3) Arija, C.M., Biología y Conservación del Lobo Ibérico: crónica de un conflicto, 2010, Revista electrónica de Veterinaria, vol. 11, número 6: 1-18.
(4) http://www.comunicacion.jcyl.es/


         Por Victoria Romo.

lunes, 4 de mayo de 2015

Ruta interpretativa en piragua, para conocer la flora y la fauna del Águeda al molino Carbonero desde el Paraje Ciudad Rodrigo

Hola a tod@s.

Después de unos días que realizamos esta ruta, nos hemos decidido a comentarla y subir algunas imágenes. Muchas gracias a http://descensosmedina.com/ por las imágenes y el buen hacer durante la ruta en piragua.

Esta ruta interpretativa en la que se entremezclan el aprendizaje y la puesta en valor de la naturaleza del Río Águeda con una actividad deportiva tan divertida como el piragüismo se llevó a cabo durante la mañana del día 19 de abril de 2015, comenzando en la cercanías de “El Paraje” o “Molino del Águeda” y terminando en el Molino Carbonero, hacia el cual transcurre una ruta senderista que se está promocionando mediante el proyecto “Programa de Voluntariado Juvenil Ruta de los Molinos” en el que participan la Oficina Verde de la Universidad de Salamanca, el Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo y la Diputación de Salamanca.

En esta ruta otros grupos tuvimos una presencia importante; miembros del grupo Scout “Kennedy”, de Ciudad Rodrigo, Asprodes, voluntarios de la Universidad de Salamanca, Descensos Medina y nuestra Asociación Oeste Salmantino Natural (AOSNAT).
  Participantes en la ruta en piragua antes de partir.

Hacia las 11 de la Mañana y tras un breve cursillo de manejo de la piragua salimos río hacia abajo en parejas, remando y sorteando los tramos en los que el río llevaba poca agua. Al llegar a una zona más amplia hicimos una parada en la que los miembros de AOSNAT hablamos sobre la fauna y la flora que podemos ver en la zona, comentando que es frecuente avistar milanos, patos, martin pescador o especies emblemáticas como la cigüeña negrao la nutria. Además de comentar las especies vegetales que vegetan en el río y porque es importante conservar estos bosques de ribera que se asientan normalmente en los cursos medios de los ríos. También dimos datos del tamaño del río, kilómetros, áreas Z.E.P.A. y curiosidades del encajamiento del río en la zona de Arribes del Águeda.
En las piraguas remando y disfrutando del entorno por el que nos movíamos. 
 
Parada en el camino para hablar de fauna y vegetación que se asienta en la ribera del Águeda. 

Después de esta parada continuamos el camino hasta el Molino Carbonero. Mientras tanto también tuvo lugar alguna anécdota o pequeño chapuzón.
Continuamos moviéndonos entre el bosque de ribera.
Llegada al Molino Carbonero con todos los participantes.

Solo nos queda dar las gracias a los organizadores y todos los participantes.


Esperamos que os haya gustado.